El orbe: un dispositivo de OpenAI para verificar humanos ante la AGI

Ante la inminente llegada de la IA General o AGI, OpenAI quiere identificar y autenticar a los humanos y para ello pretenden que todas las personas del mundo usen su nuevo dispositivo llamado «el orbe». Si bien aún son pocos los servicios webs que admiten la autenticación única del orbe, la meta de OpenAI para este año es tener verificadas al menos 50 millones de personas. No obstante, esa meta parece un poco lejana de cumplir, pues actualmente solo han confirmado su humanidad, aproximadamente 12 millones de personas. Conoce más detalles sobre el orbe de OpenAI.

OpenAI quiere que todas las personas del mundo usen "el orbe" para "autenticar su humanidad" ante la inminente llegada de la IA General.

OpenAI asegura que «el orbe» solucionará «la crisis de identidad» que traerá consigo la IA General

Mientras muchas empresas y particulares andan engolosinados y enamorados ciegamente de la actual IA Generativa, los gigantes tecnológicos se preocupan y trabajan para anticiparse a los riegos que traerá la AGI. Uno de estos riesgos es lo que OpenAI ha denominado «la crisis de identidad», pues cuando llegue la IA General ya no será posible distinguir una persona real de un agente de IA.

«Necesitamos una forma de identificar y autenticar a los humanos cuando llegue la IA General, pues esta será tan similar a los humanos que no será posible distinguir si lo que leemos, vemos o escuchamos proviene de una persona real. Por eso queremos buscar una forma de asegurar de que los humanos sigan siendo especiales y únicos.» Advirtió Sam Altman, CEO de OpenAI, en una reciente conferencia llevada a cabo en San Francisco.

La solución que presentó OpenAI para autenticar humanos es su dispositivo llamado «el orbe». ¿Qué es el orbe? El orbe es sin duda un misterioso y enigmático dispositivo del tamaño aproximado de una pelota de béisbol. Esta esfera de plástico y silicio lleva incrustada una pequeña cámara en su centro. Cuando una persona observa esta cámara, el orbe mapea los surcos y zonas ciliares del iris del ojo humano y, segundos después, enviará al dispositivo móvil de la persona, un número binario compuesto de 12.800 dígitos. Estos números son lo que ha denominado OpenAI «el código único del iris» y convertirá a la persona en un «humano verificado». Además, la persona recibirá, por su verificación humana, unas criptomonedas llamadas «Worldcoin» o «moneda mundial» las cuales tienen un valor aproximado de 42 dólares.

La IA general afectará también el Internet

No solo la humanidad será la única que corra riesgos cuando aparezca la AGI, pues el funcionamiento del Internet también se verá alterado. Actualmente, la información y los contenidos son consumidos por los humanos, pero esto va a tender a cambiar a medida que vaya llegando la IA general. En efecto, la IA está evolucionando por sí misma y ya es capaz de crearse cuentas en redes sociales y hacer publicaciones virales. Un hecho a destacar es que muchos comentarios realizados por la IA tienen más éxito que los escritos por los humanos.

¿Y en qué impacta esto a las empresas que tienen como negocio principal el Internet, como son las agencias de marketing digital y tiendas online? Sin duda, el principal afectado es la publicidad en línea, el motor principal de estas empresas. Si ya la IA Generativa es capaz de influir en las decisiones de los usuarios humanos y engañarlos, cuando la IA termine de evolucionar a la IA General, tendrá muchas más capacidades. Recordemos que la AGI superará, en varios aspectos, al cerebro humano (sobre todo en la capacidad cognitiva). Con estas nuevas habilidades, la IA General podrá influir y alterar la publicidad online, generando pérdidas en estas empresas.

Por ello, Alex Blania, quien es el director de Tools for Humanity (la empresa de OpenAI detrás del desarrollo del orbe) aseguró que: «la internet cambiará drásticamente en los próximos 12 a 24 meses. Tenemos que trabajar rápidamente para tener éxito antes de que todo se salga de control y quedarnos en la incertidumbre.»

La preocupación de la privacidad en torno al orbe de OpenAI

OpenAI ha asegurado que, si bien, actualmente no hay mucho interés por el orbe, pronto se hará necesario tener uno a medida que la IA vaya alterando el funcionamiento de la internet. Sin embargo, es seguro que cuando ese momento vaya llegando, se van a disparar las preocupaciones en cuanto a la privacidad, pues «el código único del iris» se convertiría de facto en una especie de pasaporte mundial. ¿Por qué se convertiría en eso? Pues si la IA general altera el funcionamiento del internet, todas las apps y servicios digitales, como los gubernamentales y financieros, exigirán a las personas la autenticación y el código único del iris para poder acceder a ellos, pues será la única forma de comprobar que eres un humano.

Si bien esto podría ser positivo, sobre todo para las empresas que tienen como modelo de negocio principal el Internet, será una eterna pesadilla de seguridad y vigilancia permanente. Esto se acentúa aún más si el orbe se gestiona bajo un modelo centralizado y corporativo, como hasta ahora ha sido. Vale destacar que si tiene éxito el orbe, pero este se gestiona de forma centralizada. OpenAI concentraría en sus manos la identificación única de todas las personas que se autentifiquen con su dispositivo a nivel mundial.

Es importante reseñar que Tools for Humanity ha asegurado que el orbe no recopila datos biométricos y que las imágenes capturadas del iris humano se eliminan una vez que se emite la numeración binaria y la persona haya sido autenticada. No obstante, y luego de los numerosos incidentes de seguridad en los que OpenAI ha estado envuelto, hay mucha desconfianza sobre esta aseveración y en cómo la compañía protegerá la privacidad.